top of page

¡EL “MERCADILLO”DE FICHAJES,

ESTÁ ABIERTO!

KEPA PACHO, MAYO 2013

Cuando aún faltan pocas semanas para que acaben de competir nuestros equipos. Se ha iniciado “el mercadillo” de fichajes, utilizo el diminutivo, no en tono peyorativo, sino por asemejar la expresión a la capacidad de fichar que tenemos en el basket bizkaino, que me parece poca.


No sé, de donde sale esa obsesión que tienen algunos por reforzar sus equipos antes que nadie. Este hecho posiblemente sea el primer generador de malestar entre todos los que formamos el baloncesto en bizkaia. Trabajas para mejorar a alguien y al final de temporada te deja por no sé qué promesas. Llamadas de teléfono, acabando la conversación con un ¡no lo comentes!, reuniones semiclandestinas con jugadores/as y padres, ofreciendo expectativas de futuro o algo por el estilo.


Todo esto, está muy bien, si hablamos de jugadores mayores de edad, que tienen (se supone, capacidad para decidir que quieren o que no quieren hacer con su vida) sin embargo el problema estriba cuando damos el tratamiento de adulto a un menor de edad
Hay quienes no se ha enterado aun, que es recomendable, no dar el mismo trato a un menor que vive en periodo formativo a nivel físico, y psicológico y  que es vulnerable a determinados cambios, como si se tratara de un profesional que gana un salario con la práctica del baloncesto. Por si alguien no se ha dado cuenta, lo más importante para el menor es su formación intelectual y la creación de una personalidad rica en valores. Para un profesional lo más importante es poder seguir viviendo de su profesión y si no que pregunten en el Bilbao Basket.


Llevo un tiempo escuchando, que no sé quien, ha hablado con los padres de alguien para ofrecerle no se qué. El día menos pensado van a proponer a un padre, que su hijo (que aun está en la guardería) cambie de equipo para jugar a baloncesto.
Pido perdón por anticipado pero lo único que se me ocurre es reírme, cuando me hablan de que se ha pedido a unos padres que cambien a su hijo/a de club. Es una pena, pero ocurre a veces que quien se pasa toda la vida mirando fuera deja de ver lo que tiene dentro. Lo he sufrido, mientras tú trabajas como un loco para mejorar lo de casa, alguien ya ha decidió sin consultarte, que esas jugadores/as no valen para mayores aventuras. Y vuelta a empezar, jugadores/as frustrados, entrenadores/as frustrados y padres y madres frustrados.


Las preguntas que me surgen son bien sencillas, ¿Es tan importante el baloncesto bizkaino o los clubs que lo componen para andar así? ¿Son tan importantes las diferencias entre un sitio y otro? ¿Qué mejoras encuentran los jugadores/as auténticos protagonistas de esta situación, a corto y a largo plazo? ¿Le garantizamos al chaval un futuro? ¿Tal vez, su nuevo club  le va a ayudar a encontrar un trabajo al padre o a la madre, si tiene problemas?En definitiva ¿Qué gana el jugador?  ¿Y su familia?


Saquen ustedes sus propias conclusiones de si este sistema que está montado tiene razón de ser o puede ser de otra forma. Sin embargo hay algo que me hace dudar mucho de que estemos en el camino correcto.


Pues tenemos como consecuencia el bajón de nivel que en las ligas territoriales se ha dado, jugadores y jugadoras que cambian de club con al esperanza de conseguir ganar títulos. Y resulta que la constancia, la paciencia y el trabajo de nuestros vecinos guipuzcoanos y alaveses dan al traste con estas aspiraciones de títulos.  ¿Puede ser que en vez de dedicarnos a fichar jugadores deberíamos potenciar y cuidar lo que tenemos? ¿Como es posible que Bizkaia sea el territorio con más fichas y cuente con el mayor numero de abandonos? Creo que habría que hacer una reflexión a todo esto y pensar un poco mas en los jugadores y menos en las medallas que padres/madres y entrenadores nos vamos a colgar en nuestro hinchado pecho, a base de los logros de chavales y chavalas menores de edad.


¿Por qué no existe el mismo “mercadillo” para los entrenadores? ¿Por qué los clubes “no se pegan” por ese entrenador que ha conseguido mejorar técnica, táctica y humanamente a un grupo de 12 niñas, siendo todas participes de los resultados del equipo (independientemente de si ganan o pierden)? ¿Por qué hay buenos entrenadores en su casa, con experiencia y la titulación de Entrenador Superior? ¿Por qué no suena el teléfono para preguntarle por sus opiniones o sus expectativas como entrenador?


Tal vez, solo tal vez, es posible que los buenos entrenadores no reciben ofertas (ni buenas ni malas) para cambiar de club, porque quienes tienen que hacer esas ofertas están muy ocupados hablando con los padres y madres de sus próximos “fichajes”.


Tal vez el día que los padres soliciten a los clubs que a cambio de que el niño/a juegue en un determinado sitio,  paguen el instituto o la universidad, se regulará esta situación y los menores dejaran de hacer kilómetros en balde.

bottom of page